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Un país que mata a su gente: la masacre de Jacarezinho en Brasil

  • Lisa Belmiro Camara
  • 8 jun 2021
  • 4 Min. de lectura

“No vienen a prender, vienen a matar”[1]


Aunque las aglomeraciones precarias, populares y marginalizadas que caracterizan a las favelas no sean exclusividad de las ciudades brasileñas, su conocimiento y popularidad mundiales se han llevado a cabo desde nuestros noticiarios diarios. Según estimativas del Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), Brasil tenía 13.151 favelas, distribuidas a lo largo de 734 ciudades del país hasta el 2019, y, para la gente que ahí vive, situaciones de inseguridad y violencia se han convertido en la rutina del día a día. Pues bien, si se quiere tener una imagen precisa de lo que significa vivir en una favela brasileña, la ciudad de Rio de Janeiro (RJ) puede ser un triste, pero emblemático ejemplo de ello. Permítame presentarle algunos datos que hablan por ellos mismos: en la comunidad de Vigário Geral 21 personas fueron asesinadas durante una operación policial en 1993; en el año 2007, una operación policial en el Complexo do Alemão resultó en la muerte de 19 personas; en 2005, en las alcaldías de Nova Iguaçu y Queimados (regiones metropolitanas de RJ), hubo la más grande masacre hasta el momento, cuando 29 personas fueran muertas por grupos policiales.


Lo ideal sería que esta contribución fuera para decir que, a partir de los relatos de carnicerías, como los que acabo de mencionar, las fuerzas policiales hicieron una reflexión para realizar cambios operacionales resultando en la disminución de muertes en las favelas de Rio, pero, el objetivo aquí es justo el opuesto: hace un par de semanas, en el día seis de mayo, una nueva masacre exterminó las vidas de 29 personas en la favela del Jacarezinho. Bajo las actividades de la Operación Exceptis, 16 pistolas, seis fusiles, una pistola ametralladora, 12 granadas y una escopeta calibre 12 fueron confiscadas[2], lo que no significó éxito alguno si lo comparamos con la cantidad de vidas inocentes a cambio. La operación investigaba la captación de niños y adolescentes para actividades del crimen en Jacarezinho, que es una base importante de actividades del Comando Vermelho, la más importante facción organizada del Rio de Janeiro. El objetivo de dicha operación policial era ejecutar 21 órdenes de arresto, de las cuales solo tres se cumplieron, dejando el terrible efecto colateral de 29 muertes que se convirtió en la segunda más gran masacre en la historia de la ciudad.


Usted probablemente se está preguntando que actitudes habrán tomado las autoridades brasileñas para mínimamente intentar explicar esa carnicería, pero acuérdese que hablamos del mismo país donde las Fuerzas Armadas, que son el instrumento de defensa contra amenazas externas al Estado, fueron puestas en la calle para, supuestamente, auxiliar en la garantía de seguridad civil[3]. Es más, los comunicados de los agentes del Estado encargados de la operación del Jacarezinho hacen una mezcla de pasividad y repugnante conformidad frente a lo que ha pasado: “las investigaciones siguen”; “no hay sospechosos aquí, solo criminales, homicidas y traficantes”; “son todos bandidos […] eso es lo mismo que si estuviéramos combatiendo en un país enemigo”[4]. Las declaraciones son de delegados de la Policía Civil y del vicepresidente de la República, respectivamente.


En otras palabras, dichas declaraciones forman parte del discurso de la “guerra contra las drogas”, que, en Brasil, pero no solo aquí, es una importante herramienta que actúa en favor de la continuidad del racismo institucional arraigado en nuestra sociedad desde los tiempos de la esclavitud reglamentada por el Estado. Cuando se miran los datos de muertos que resultaron de acciones policiales, es imposible ocultar la cara del racismo en la “guerra contra las drogas” de Brasil. Esos muertos son en su gran mayoría jóvenes negros, que, insertados en una condición de desigualdad estructural, buscan en los tortuosos caminos del tráfico ofrecer alguna dignidad a sus familias. Lejos de jugar acá con la idea de victimización, el punto es destacar que la acción policial, que es justificada por las autoridades brasileñas como necesaria para el combate general del tráfico de drogas, es letal para aquellos individuos que viven en lo que se ha convertido en una “zona de guerra”. A esas personas se les ha quitado el derecho de responder judicialmente a las acusaciones frente a la justicia, en un país donde supuestamente tienen sus derechos humanos asegurados.


La mirada hacia la masacre del Jacarezinho saca a la luz a una situación de indiscriminada violencia policial, que no solo asesina a esos jóvenes en las comunidades marginales, sino también resulta en la muerte de los propios agentes del Estado, pero en proporciones sistemáticamente opuestas: mientras fueron asesinadas 28 personas residentes del Jacarezinho, solo se ha muerto un policía. Aquí no se trata de considerar que una vida valga más que otras, pero de evaluar que la ineficiencia de las estrategias policiales resulta en muertes para los dos lados, incluso para los agentes armados del Estado, así que, ¿cuál es el punto? ¿Si para el intento de ejecutar 21 órdenes de arresto hay que interrumpir 29 vidas, ¿cuál es el punto? Si para “limpiar” las favelas del tráfico hay que interrumpir a lo largo de los años 21, 19, o 29 vidas, ¿cuál es el punto?

Bibliografía


  • [1]Traducción libre del original en portugués “Não vêm prender, vêm matar”. Esta frase fue dicha por una residente del Jacarezinho en una reciente entrevista para el periódico El País, localizada en el siguiente sitio web: https://brasil.elpais.com/brasil/2021-05-13/nao-vai-embora-vao-me-matar-a-radiografia-da-operacao-que-terminou-em-chacina-no-jacarezinho.html. Última visita realizada el 17/05/2021 a las 10.34.

  • [2]Datos extraídos del siguiente sitio web: https://brasil.elpais.com/brasil/2021-05-06/operacao-policial-mata-25-pessoas-no-jacarezinho-em-segunda-maior-chacina-da-historia-do-rio.html. Última visita realizada el 17/05/2021 a las 10.34.

  • [3]Para más informaciones sobre la intervención militar en Rio de Janeiro: https://www.brasildefatorj.com.br/2018/09/14/as-proprias-forcas-armadas-estao-questionando-a-intervencao-militar-no-rio. Última visita realizada el 17/05/2021 a las 10.34.

  • [4]Las citas fueron extraídas del siguiente sitio web: https://brasil.elpais.com/brasil/2021-05-07/maioria-dos-mortos-na-chacina-do-jacarezinho-nao-era-suspeita-em-investigacao-que-motivou-a-acao-policial.html?rel=listapoyo. Última visita realizada el 17/05/2021 a las 10.34.

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